Agencias/Redacción / MADRID/VIGO
Una gran catástrofe aérea sacudió ayer el aeropuerto madrileño de Barajas. Al menos 153 personas fallecieron y sólo 19 lograron sobrevivir después de que un avión MD82 de la compañía Spanair con 172 personas a bordo (162 pasajeros y diez tripulantes) que cubría el trayecto Madrid-Las Palmas se saliese de la pista en plena operación de despegue al incendiarse uno de sus motores y acabase envuelto en llamas hasta casi desintegrarse en un descampado próximo. A pesar de su rápida actuación, los servicios de emergencia desplazados allí sólo pudieron rescatar con vida a apenas una veintena de personas-una murió después en el hospital-, mientras el resto pereció calcinado entre los restos del aparato. Madrid vuelve a sufrir una tragedia semejante en número de muertos al 11-M y, de hecho, un pabellón de IFEMA volvió a ser habilitado como morgue para las identificaciones de cadávares y la atención a los familiares. El Ministerio de Fomento ha abierto una investigación paraleja a la judicial para esclarecer las causas del suceso.
El accidente ocurría a primera hora de la tarde. Un primer balance hablaba de sólo siete muertos pero, a medida que pasaban la horas, esta cifra fue aumentando progresivamente hasta 153. Veinte personas fueron ingresadas en seis centros hospitalarios: entre los supervivientes se encuentran tres niños de 11, 8 y 6 años y también una joven que sólo sufrió contusiones porque pudo saltar de los restos del avión a tiempo de no perecer entre las llamas. Uno de los heridos fallecía a última hora de la noche en el hospital: se trata de un joven de 25 años con quemaduras en el 45% de su cuerpo. Y tres se encuentran muy graves. En el avión viajaban 22 ñiños (dos bebés y el resto menores de entre 2 y 12 años).
Eran las 14.45 horas cuando ocurrió el trágico accidente. El avión de Spanair, un MD82 con número JK5022 y ruta Madrid-Las Palmas, aceleraba a fondo en la pista de despegue cuando, según las primeras hipótesis, registró un incendio en su motor izquierdo, se salió de la pista y explotó envuelto en llamas.
El avión siniestrado había salido de Barcelona en dirección a Madrid completando el vuelo sin incidencias. Sin embargo, sólo unas horas después, justo antes de iniciar el viaje con destino a Las Palmas, que tenía la salida prevista a las 13 horas, el avión retrasaba su despegue por un problema de indicación de temperatura, según explicó un comandante de Air Europa. Algunos pasajeros llamaban por teléfonos móviles a sus familiares para comunicarles la demora. Finalmente este problema fue subsanado rápidamente, por lo que el aparato se dirigió de nuevo a la cabecera de pista para emprender su viaje.
Fue entonces cuando en plena operación de despegue -lo que en el argot se denomina "punto de no retorno debido a la gran velocidad que alcanza el aparato"-, éste se salió súbitamente de la pista. Según las primeras hipótesis, uno de los motores se incendió durante la maniobra, lo que provocó que acabara desplazándose sin control por una zona de pasto hasta quedar envuelto en llamas en un lugar arbolado surcado por un arroyo. El fuego se propagó rápidamente ya que sus tanques de combustible iban repletos de queroseno provocando así una alta columna de humo. "Tras el aparato se veía un kilómetro de tierra quemada", relataba conmocionado un trabajador de los servicios de emergencia. "Lo poco que se ve son amasijos de hierros", describió.
Desolación
El panorama era desolador. Según el jefe del dispositivo de emergencias habilitado en el aeropuerto, Ervigio Corral, nada más llegar al lugar del siniestro se logró evacuar con vida del aparato a una veintena de personas, varias de ellas en estado crítico, que fueron trasladadas a diferentes hospitales de la capital, si bien al menos una falleció. En este sentido destacó que a su equipo le llamó la atención la "dispersión de cadáveres" en la zona como consecuencia del impacto y puntualizó que los heridos estaban concentrados en una pequeña zona por la que cruza el arroyo. También hizo hincapié en la gran cantidad de niños que había entre los muertos.
Castilla y León, Canarias y Castilla-La Mancha son las principales comunidades autónomas de origen de los pasajeros, entre los que se encontraban también alemanes, suecos y chilenos.
El avión siniestrado tenía 15 años de antigüedad y había pasado su última revisión a manos del propio equipo de mantenimiento de la compañía el pasado 24 de enero. El aparato pertenecía a la flota de Spanair desde hace nuevo años, tras su adquisición a Korean Air, y no había presentado ninguna incidencia desde la última revisión anual.
Las cajas negras del avión accidentado de Spanair pasaron a disposición del juez encargado de la investigación, David Pérez, titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, que solicitó un informe sobre su contenido y declaró la causa secreta.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que suspendió sus vacaciones en Doñana, llegaba pasadas las nueve de la noche al aeropuerto de Madrid-Barajas para conocer lo ocurrido de primera mano en el accidente y visitar a los familiares de las víctimas en Ifema, donde se instaló el tanatorio. En una declaración institucional, afirmó que el Gobierno está muy afectado por la "terrible" tragedia.
El siniestro movilizó a toda la clase política del país, entre ellos Mariano Rajoy, de vacaciones en Galicia, que salió en un jet privado desde Peinador hacia Madrid, y el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que mostró su "dolor " por el trágico suceso. A lo largo del día se recibieron condolencias de mandatarios de todo el mundo. Y también desde diversos organismos y desde el mundo del deporte: en Pekín la bandera de España ondeará hoy a media asta en la Villa Olímpica y los atletas llevarán brazaletes negros.
Además del aeropuerto madrileño, donde a última hora de la noche ya funcionaban el 80% de los vuelos con normalidad, otro escenario de la tragedia fue el de Las Palmas, desde donde al menos 170 familiares viajaron a Madrid para identificar a los fallecidos. El avión MD-82 de Spanair que se estrelló es el octavo aparato de este tipo que se accidenta con víctimas desde que entró en servicio en 1980. Además, la de ayer es la tragedia aérea con más víctimas en Europa en la última década y es el segundo accidente aéreo más grave de la historia de Madrid después de que 180 viajeros fallecieran en 1983.
Desde Design.Art GFX damos todo nuestro apoyo y pésame a las familias y amigos afectados...